El momento de reconocer que el juego te controla

Para muchos jugadores experimentados, la línea entre la diversión y la dependencia puede volverse difusa sin que se den cuenta. Después de años navegando entre diferentes plataformas, desde casas de apuestas tradicionales hasta sitios como posido, es fácil desarrollar patrones de pensamiento que justifican comportamientos problemáticos. La terapia cognitivo-conductual (TCC) ha demostrado ser una de las herramientas más efectivas para abordar la ludopatía, especialmente en la identificación y reestructuración de pensamientos distorsionados que mantienen el ciclo adictivo.

Como jugador con experiencia, probablemente has notado ciertos patrones en tu forma de pensar sobre el juego. Tal vez te has sorprendido justificando una sesión más larga de lo planeado, o convenciéndote de que “esta vez será diferente”. Estos pensamientos automáticos son precisamente lo que la TCC busca identificar y modificar, ofreciendo un camino hacia una relación más saludable con el juego.

Los pensamientos trampa que todo jugador experimentado conoce

La mente de un jugador experimentado puede ser su peor enemigo cuando se trata de ludopatía. Los pensamientos distorsionados más comunes incluyen la “falacia del jugador” (creer que los resultados pasados influyen en los futuros), el “pensamiento mágico” (sentir que tienes control sobre resultados aleatorios), y la “persecución de pérdidas” (apostar más para recuperar lo perdido). Estos patrones cognitivos se vuelven automáticos después de años de juego.

Un estudio del Instituto Nacional de Estadística español reveló que el 64% de los jugadores problemáticos experimentan al menos tres tipos diferentes de pensamientos distorsionados durante una sesión típica de juego. La TCC trabaja identificando estos pensamientos en el momento que ocurren, cuestionando su validez y reemplazándolos con evaluaciones más realistas de la situación.

Por ejemplo, cuando surge el pensamiento “llevo perdiendo toda la noche, seguro que la próxima apuesta será ganadora”, la terapia enseña a reconocer esto como una distorsión cognitiva. En su lugar, se aprende a pensar: “cada apuesta es independiente de las anteriores, y las probabilidades no cambian según mis resultados previos”.

Consejo práctico: Lleva un diario de pensamientos durante una semana. Anota qué pensabas justo antes de hacer una apuesta importante. Esto te ayudará a identificar tus patrones específicos de pensamiento distorsionado.

Técnicas de reestructuración cognitiva en acción

La reestructuración cognitiva es el corazón de la TCC para ludopatía. Esta técnica implica un proceso de cuatro pasos: identificar el pensamiento distorsionado, examinar la evidencia a favor y en contra, considerar perspectivas alternativas, y desarrollar un pensamiento más equilibrado. Para jugadores experimentados, este proceso puede ser particularmente desafiante porque han desarrollado sistemas de creencias complejos sobre el juego.

Una técnica específica es el “registro de pensamientos automáticos”. Cuando sientes el impulso de jugar, detienes la acción y escribes exactamente qué estás pensando. Luego, calificas la intensidad de ese pensamiento del 1 al 10 y buscas evidencia objetiva que lo respalde o lo contradiga. Por ejemplo, si piensas “necesito jugar para relajarme después del trabajo”, examinas si realmente el juego te relaja o si aumenta tu estrés a largo plazo.

Otra técnica poderosa es la “proyección temporal”. Cuando surge un pensamiento que justifica el juego, te proyectas mentalmente a diferentes momentos: ¿cómo te sentirás en una hora? ¿Y mañana por la mañana? ¿Y la próxima semana? Esta perspectiva temporal ayuda a contrarrestar el pensamiento impulsivo característico de la ludopatía.

Ejemplo práctico: María, una jugadora de póker experimentada, solía pensar “soy tan buena que puedo recuperar todo en una noche”. Mediante TCC, aprendió a reformular este pensamiento como “aunque tenga habilidad, el factor suerte siempre está presente, y apostar más de lo planeado aumenta el riesgo independientemente de mi nivel”.

El poder de las estrategias de afrontamiento alternativas

Los jugadores experimentados a menudo utilizan el juego como mecanismo de afrontamiento para el estrés, la ansiedad o el aburrimiento. La TCC no solo reestructura pensamientos distorsionados, sino que también desarrolla estrategias alternativas de afrontamiento que sean igual de efectivas pero menos destructivas. Esto es crucial porque simplemente eliminar el juego sin reemplazarlo con otras actividades puede llevar a recaídas.

Las técnicas de relajación progresiva, la meditación mindfulness y el ejercicio físico han demostrado ser especialmente efectivas para jugadores que utilizan el juego como escape emocional. Según datos de la Dirección General de Ordenación del Juego, los jugadores que incorporan al menos dos estrategias alternativas de afrontamiento tienen un 73% más de probabilidades de mantener un juego controlado a largo plazo.

La planificación de actividades placenteras es otra estrategia clave. Muchos jugadores experimentados han perdido el contacto con otras fuentes de satisfacción y emoción. La terapia ayuda a redescubrir actividades que proporcionen la estimulación y el desafío que antes solo encontraban en el juego, pero de manera más saludable y sostenible.

Estrategia práctica: Crea una “caja de herramientas de afrontamiento” con al menos cinco actividades diferentes que puedas hacer cuando sientes el impulso de jugar: llamar a un amigo, salir a caminar, escuchar música, hacer ejercicio, o practicar una técnica de respiración. Practica estas actividades cuando no tengas ganas de jugar, para que estén disponibles cuando las necesites.

Construyendo un futuro sin las cadenas del juego compulsivo

La recuperación de la ludopatía mediante TCC no es un proceso lineal, especialmente para jugadores experimentados que han desarrollado patrones profundamente arraigados. Sin embargo, la evidencia científica muestra que quienes se comprometen con el proceso de reestructuración cognitiva experimentan mejoras significativas en su calidad de vida y control sobre el comportamiento de juego.

El éxito a largo plazo requiere práctica constante de las técnicas aprendidas y un compromiso continuo con el autoconocimiento. Muchos jugadores encuentran útil trabajar con un terapeuta especializado en ludopatía que pueda adaptar las técnicas de TCC a sus circunstancias específicas. Recuerda que buscar ayuda profesional no es una señal de debilidad, sino de fortaleza y determinación para recuperar el control de tu vida.

La libertad del juego compulsivo es posible, y cada pensamiento distorsionado que logres identificar y reestructurar te acerca un paso más a una relación saludable con el entretenimiento y contigo mismo.